jueves, 6 de septiembre de 2012

Alabanza


Mira estos viejos muros renegridos,
de lluvias y pedriscos atacados,
solar cuyos tapiales asolados
protegen estos huesos ateridos...

Observa y contémplalos derrotados,
o apenas, ya semiderruídos,
pues justo por prurito están erguidos
y en postrer defensa esforzados...

Vital bastión primero, esta casa
a su fin alcanza, no sin orgullo,
y no sin honrarla haré la mudanza.

Mi nuevo hogar, en mi interior arguyo,
ha de ser bello lugar de alabanza,
por agradecer mi anterior capullo.

5 comentarios:

  1. Ayer a la(s) 23:40
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    la alabanza es nuestro destino y nuestro mejor camino para llegar a él; la alabanza a Dios es lo mas perfecto por que me pone en mi lugar de creatura que reconoce la grandeza y magnificencia del Creador. Hemos sido creados para alabar y nuestro corazón estará inquieto hasta que alabemos. La gloria de Dios es la vida del hombre y el hombre de pie es la alabanza. Y es gerundio; a alabar solo se aprende alabando

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  2. Hebreos 13-15

    15 Así que ofrezcamos continuamente a Dios, por medio de Jesucristo, un sacrificio de alabanza, es decir, el fruto de los labios que confiesan su nombre.

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  3. El fruto de labios es, sin duda la palabra articulada y emitida. Es producto de la voluntad y el intelecto y solo se realiza al ser vocalizada.

    El lugar de la alabanza es el cielo; ante el trono de la Gloria una inmensa, incontable muchedumbre, repite el " Santo, santo Santo es el Señor, Dios de los ejércitos..."

    En la alabanza nos unimos a la Gloria eterna, a las voces de los ángeles, de los santos y los mártires de todos los tiempos. Solo en la alabanza encuentra el alma la plenitud para la que está creada. De ahí el sosiego, la paz , la fortaleza, la alegría que van llenando el alma q
    Pero el cielo es también un estado dentro de nuestro corazón. Cuando entro en el camino de la alabanza, su acción purificadora limpia mi alma de su antiguo estado para ir prefigurando dentro el cielo que alcanzará después. Dicho de otro modo, la alabanza me anticipa el Cielo para el cual he sido creado. Porque la alabanza es un acto libre de obediencia al Espíritu Santo que desde mi corazón dice Abba Padre. En la alabanza entro en con-sonancia con la alabanza eterna del Espíritu Santo al Padre y al Hijo. Y el Espíritu crea un ámbito vital donde se manifiesta el encuentro personal con el Cristo que me salva y transforma mi vida. El Cristo que penetra hasta mis tuétanos, que me abrasa, me purifica, me ama, me recoge , me levanta, me reconstruye, me dignifica.

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  4. mudémonos entonces, del solar renegrido y asolados tapiales, donde los huesos están ateridos, derrotados, al bello lugar de alabanza, donde el Sol de justicia calentará nuestros tuétanos y seremos hidratados por la Fuente de Agua Viva.

    Por tu inmensa Gloria, te alabamos, te bendecimos, te adoramos, te glorificamos, te damos gracias Dios, Rey celestial, Dios Padre todopoderoso, Señor Dios , Hijo de Dios...

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